Palestina está siendo sometida a una situación de guerra permanente. Las continuas ofensivas contra la población civil tienen un efecto nefasto sobre los más jóvenes. En el año 2014, un estudio publicado por la Revista Árabe de Psicología sostuvo que el 92 por ciento de los palestinos de Gaza entre los 13 y los 18 años presentan síntomas de estrés postraumático (http://www.palestinalibre.org/articulo.php?a=59204). Nuestra compañera Flora Lobato se acerca mediante el siguiente microrrelato al sufrimiento de los niños en palestina:
EL SUEÑO DE AHMAD
Ahmad yacía
lloroso entre los amasijos de lo que había sido su casa antes del bombardeo,
mientras las lágrimas que bañaban su rostro purificaban su espíritu. Lo
necesitaba realmente, pues la panorámica que se extendía a su alrededor no
podía ser más desoladora: fragmentos de la vieja lavadora de su madre,
cabeceros de camas, restos de ropas, enseres familiares, en fin, que herían el
corazón de Ahmad, al contemplarlo todo desprovisto de la vida que cada uno de
los objetos había tenido antes; nunca volverían a cumplir las funciones que
tuvieron en otro tiempo.
El
niño cierra los ojos y se concentra en el llanto balsámico que mana de sus
ojos, quiere huir de la ingrata realidad que le pesa como una losa, y se
introduce en espacios que invitan a la
ensoñación. Una vez en ellos, recuerda que, cuando unos minutos antes se
hallaba sumido en un estado de semiinconsciencia, había tenido un sueño, y las
oníricas imágenes invadieron toda su mente. El contenido del sueño era
aparentemente simple: Ahmad soñaba que vivía en un pueblo palestino, con una
luminosa escuela, y que él y sus hermanos y amigos iban a ella todas las
mañanas; en clase no sólo adquirían conocimientos nuevos, sino que también
jugaban en los amplios patios en las horas de recreo, y los niños eran felices.
Pero
Ahmad vuelve a su cotidianeidad bruscamente. No puede evitar el temible ruido
de los aviones israelíes que cruzan el espacio aéreo, impasibles, demoledores, sin
tener en cuenta que sus bombardeos arrancan de cuajo cualquier aspiración
infantil por sencilla que parezca.
Flora Lobato
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